Víbora común

Vipera aspis (Linnaeus, 1758)

Clasificación sistemática

Reptilia → Squamata → Viperidae → Vipera → Vipera aspis

Nombres locales

Vipera, Lipra, Üpega

Descripción

La víbora común ( Vipera aspis ), a menudo temida y poco conocida, es la serpiente venenosa más representativa de los paisajes colinares y montañosos de Liguria.

Se trata de un reptil robusto y compacto, con cuerpo macizo, cola corta y visible, cabeza claramente triangular bien diferenciada del cuello y hocico ligeramente levantado, características que la distinguen de especies similares.

El dimorfismo sexual se aprecia principalmente en el tamaño: las hembras adultas alcanzan los 65–75 cm, mientras que los machos rara vez superan los 65 cm.

Las escamas dorsales son fuertemente quilladas; los ojos presentan pupila vertical, un detalle típico de las víboras.

El patrón de coloración es sumamente variable: el fondo puede ir del gris al marrón o rojizo, atravesado por una banda dorsal en zigzag o barras transversales; también existen ejemplares melanísticos (totalmente negros). El vientre suele ser gris oscuro o negruzco, con la punta de la cola a menudo amarillenta o anaranjada en los juveniles.

Distribución

En el poniente de Liguria, la víbora común está representada por la subespecie Vipera aspis aspis, típica de ambientes alpinos y prealpinos, y se encuentra principalmente en zonas colinares y montañosas, desde los 300 m hasta aproximadamente los 2.000 m de altitud.

Es más rara en la costa y en áreas muy urbanizadas, mostrando una distribución fragmentada, con poblaciones a menudo aisladas.

En las llanuras su presencia es esporádica, favorecida solo por hábitats relictos, ruinas y zonas poco habitadas.

Hábitat

Prefiere áreas rocosas, praderas secas, bordes de bosques mixtos y claros, antiguos muros de piedra seca, zonas de matorral y tramos ecotonales donde la transición entre diferentes tipos de vegetación ofrece tanto refugio como abundante alimento.

Tolera fuertes variaciones de temperatura y utiliza extensamente microhábitats orientados al sur, especialmente durante las horas soleadas de la mañana y la tarde.

Hábitos

La víbora común es principalmente diurna, aunque puede volverse crepuscular o nocturna durante las olas de calor estivales.

Presenta un comportamiento territorial y tiende a mimetizarse perfectamente con el entorno, lo que dificulta su observación.

Es tímida y prefiere evitar el contacto con las personas, mordiendo solo si se siente amenazada o es pisada.

Su actividad se concentra de marzo a octubre, con hibernación invernal en refugios subterráneos.

La reproducción tiene lugar en primavera y la especie es vivípara: cada hembra da a luz entre 4 y 8 crías completamente formadas entre agosto y septiembre, las cuales son independientes desde el nacimiento y ya poseen veneno funcional.

Dieta

La dieta de la víbora común varía a lo largo de su vida: los juveniles se alimentan principalmente de lagartijas, pequeños roedores y grandes invertebrados como ortópteros o lombrices, mientras que los adultos cazan sobre todo micromamíferos, saurios y solo ocasionalmente pequeñas aves.

La víbora regula las poblaciones de roedores, contribuyendo al equilibrio de los ecosistemas rurales y naturales.

Amenazas

Las principales amenazas para la especie en el poniente de Liguria incluyen la destrucción de hábitats adecuados (barreras a la dispersión, urbanización, agricultura intensiva), incendios, matanza sistemática por parte del ser humano, atropellos y el aislamiento de poblaciones debido a la fragmentación del hábitat.

A pesar de la protección legal nacional, persisten presiones sociales debidas al miedo generalizado y la desinformación.

Particularidades

El veneno de la víbora común está compuesto por una compleja mezcla de enzimas, proteínas y toxinas que actúan principalmente con efectos hemorrágicos y necróticos; sin embargo, su peligrosidad suele sobreestimarse: la dosis letal media para un adulto sano supera los 50 mg, mientras que una mordedura inyecta en promedio entre 10 y 20 mg.

En Liguria, los casos mortales son extremadamente raros (<0,1%) y afectan principalmente a personas vulnerables (niños, ancianos, personas alérgicas o en caso de múltiples mordeduras).

Los síntomas más comunes incluyen dolor intenso, hinchazón, alteraciones locales y, rara vez, efectos sistémicos graves.

El tratamiento consiste en inmovilizar la zona afectada, observación clínica y, si es necesario, administración hospitalaria de antiveneno.

No se recomienda el uso de torniquetes ni intentar extraer el veneno mediante succión.

Debe destacarse el papel ecológico de la especie: al regular las poblaciones de roedores, la víbora común es tanto un indicador clave de biodiversidad como un elemento esencial para el equilibrio de los ecosistemas.

El conocimiento y el respeto hacia esta especie son fundamentales para la convivencia y la protección de nuestros entornos naturales; la normativa vigente prohíbe su captura y matanza.

Créditos

📝 Fabio Rambaudi, Matteo Graglia, Luca Lamagni
📷Matteo Graglia, Carmelo Batti
🙏 Acknowledgements