Rana temporaria
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Rana rusa, Rana de muntagna
La rana común ( Rana temporaria ) es una de las especies de anfibios más representativas de los ambientes de alta montaña del oeste de Liguria.
Se reconoce por su morfología robusta y su coloración, que varía del marrón rojizo al marrón oscuro, a veces con reflejos cobrizos; en el dorso destacan manchas irregulares más oscuras, mientras que el vientre es más claro y uniforme.
Una característica distintiva es la máscara oscura que cruza el ojo, dándole un aspecto llamativo.
El tamaño varía de 6 a 7,5 cm en los machos y puede superar los 8 cm en las hembras más grandes, que en promedio miden entre 7 y 9 cm.
El dimorfismo sexual se hace evidente durante el periodo reproductivo: los machos desarrollan callos nupciales oscuros en los pulgares y presentan extremidades anteriores más fuertes y una garganta más clara; las hembras son generalmente más robustas.
Al nacer, los renacuajos de unos 6–7 mm aparecen negros y se transforman en pequeños ejemplares metamorfoseados a lo largo de varios meses.
En el oeste de Liguria y a lo largo del eje alpino de los Alpes Ligures, la rana común está distribuida de manera continua en áreas montañosas y submontañosas, principalmente entre los 800 y más de 2.000 m de altitud.
Las poblaciones más numerosas se encuentran en los principales valles montañosos –incluyendo el Valle Arroscia, el Alto Valle del Tanaro y el Valle Roja– en ambientes bien conservados.
Reconocida como una especie relicta y especialista, su presencia atestigua la calidad ambiental de los ecosistemas alpinos y subalpinos de la provincia de Savona.
Prefiere ambientes frescos y húmedos caracterizados por una relativa estabilidad climática: praderas alpinas y subalpinas, bosques de montaña de frondosas o coníferas, turberas y humedales de alta montaña.
La rana también utiliza pequeños arroyos y torrentes de montaña, así como charcas temporales formadas por el deshielo, a menudo esenciales para la reproducción.
La especie muestra una notable capacidad para aprovechar una variedad de microhábitats, siempre que haya agua limpia disponible durante la época reproductiva.
La actividad de la rana común es principalmente diurna y crepuscular, aunque en condiciones favorables puede continuar también durante la noche.
Sigue un ciclo anual estrechamente vinculado al clima alpino: la fase de letargo invernal puede durar de octubre a abril, especialmente a mayores altitudes, cuando los individuos buscan refugio entre la vegetación sumergida o en el barro de cuerpos de agua helados.
Esta especie se distingue por ser una de las primeras en activarse en primavera, con la reproducción que suele comenzar justo después del deshielo (marzo–mayo).
Las hembras ponen entre 1.000 y 4.000 huevos en grandes masas gelatinosas que flotan en las zonas más tranquilas y soleadas del agua; la metamorfosis suele completarse entre junio y septiembre, con tiempos más largos a mayor altitud.
Los adultos tienen una dieta bastante variada, compuesta principalmente por insectos terrestres, arañas, caracoles, lombrices y otros pequeños invertebrados, que cazan tanto en la orilla como cerca del agua.
Los renacuajos son principalmente herbívoros y microfagos, alimentándose sobre todo de algas, detritos vegetales y pequeños invertebrados acuáticos.
La diversificación de la dieta refleja los cambios estacionales y la disponibilidad de alimento a diferentes altitudes.
Las principales amenazas que enfrenta la rana común en el oeste de Liguria están relacionadas con el cambio climático—que altera significativamente los patrones de nevadas y la disponibilidad de agua—y las modificaciones de los regímenes hídricos de alta montaña, a menudo debidas a la captación de agua o a la gestión turística.
La introducción de peces depredadores en lagos alpinos, la propagación de enfermedades fúngicas emergentes, la alteración de los hábitats reproductivos y el aislamiento de las poblaciones son factores de riesgo adicionales.
Las perturbaciones de origen humano, vinculadas al turismo en zonas montañosas, también pueden tener efectos negativos, especialmente en los lugares de reproducción más vulnerables.
La protección futura de la especie depende de la salvaguardia de los humedales de alta montaña y del mantenimiento de la conectividad ecológica entre las poblaciones.
Se debe prestar especial atención a la gestión sostenible de los lagos alpinos y a la regulación de las actividades recreativas durante los periodos más sensibles del año.
La rana común destaca por ser una de las especies de anfibios que alcanza las mayores altitudes en los Alpes y por su extraordinaria capacidad para sobrevivir largos periodos de frío intenso, gracias a peculiares adaptaciones fisiológicas.
Puede reproducirse en aguas casi heladas inmediatamente después del deshielo, mostrando una absoluta fidelidad a los lugares de reproducción habituales.
En el oeste de Liguria es cuidadosamente monitoreada para evaluar los efectos del calentamiento global sobre las poblaciones de alta montaña, representando así un importante indicador de la salud de los ecosistemas montañosos.